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Cónicas del Templo Negro

Después de muchos años de revisión y de buscar la forma de editarme, he vuelto a decidirme por la autoedición. El 4 de julio estará disponib...

domingo, 23 de diciembre de 2007

Dar y recibir

Pues bien, una cosa más. Con tanta niña del infierno y bruja Yuuko, he terminado internalizando una cierta noción del karma, de la ley del intercambio equitativo. Es de esas cosas que hasta se explican retroactivamente, como todo sistema que explicara la existencia, una de las muchas maneras de conector los puntos preexistentes de la caótica experiencia empírica.
El hecho es este: si por cada cosa que damos recibimos algo a cambio, por cada cosa que recibimos debemos dar algo a cambio, para mantener el balnace. Esto es así, las energías simplemente fluyen. La mejor respuesta a eso sería solo pedir aquello por lo que estamos dispuestos a responder, solo enrentar aquello que podemos controlar. Sin embargo, el enfoque budista permite explicar lo perverso de la lógica cristiana. El dar sin esperar nada a cambio es siempre falso. Dar significa hacer que alguien más reciba, y este otro se verá entonces obligado a devolver, de manera igual de "desinteresada". Es solo una forma de causarles mal karma a los demás, u obligarlos a reproducir tu actitud.
Y ya que hablamos de perversiones cristianas, la idea esta de la "noche oscura", que tan amenamente recitaba yo hace unos días en las aparatosas palabras de Martín Adán, en verdad se asemeja mucho a un ritual primitivo de inciación. "Para hallarte, debes perderte". He aquí un equívoco entre dos conceptos contradictorios del "yo", siendo una la identidad precedente, individual, y la otra la identidad nueva, en el caso del cristianismo 100% artificial e impuesta por la iglesia y su único interpretación caprichosa de un único libro viejo. En sociedades primitivas, el sujeto es humillado y despojado de toda propiedad, para luego ser dado a cambio un lugar en la sociedad, y despojado de todo lo suyo, para no ser nada más que la función que cumple en el aparato social.
Pero volvamos al primer caso, que es más común, actual e interesante. De hecho me viene sucediendo a mí ya hace un par de meses, los compañeros preparan fiestas, hacen comida y reuniones, y me invitan como quien no quiere la cosa, pero termino estando prácticamente obligado a ir, y yo, que no sé ni quiero cocinar o gastar plata, estoy ahí de sapo, y ellos tienen todo el derecho del mundo a reclamarme, no por algo que yo halla hecho, sino por algo que a ellos se les ocurrió a hacer. Cuando la gente dice "Mira todo lo que he hecho por ti", está implicando que han sufirdo mucho por mi, que se han gastatdo y esforzado, haciendo cosas que a menudo ni siquiera les pedí que hicieran, que a ellos se les ocurrió hacer de acuerdo a la preconcepción que tenían de mí. Yo, argumentan, debería igualar su esfuerzo y sufrimiento. Si no lo querían hacer, ¿por qué mierda lo hicieron? Para mí no fue. Agresiva caridad. Y para colmo no es solo cristiana, aquí solo me quedan vecinos chinos, y seguimos en las mismas. Inmunda naturaleza humana.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Hielo y cuervos

Tengo una casa con ventanas demasiado grandes. Cuando llegué en otoño, ya me incomodaba el caminar por mi sala o por mi cocina, incluso junto a mi cama había una ventana enorme que dejaba ver absolutamente todo lo que hacía. Por eso ando la mayoría del tiempo con las persianas cerradas. Como fuere, hay una ventana lateral de mi cuarto que no da directamente a la calle ni revela gran parte de lo que hago. De vez en cuando tampoco puedo evitar mirar por entre las persianas para ver lo que sucede afuera.
La situación es un tanto distinta ahora. Cuando despierto en la mañana en mi cama caliente, veo frente a mí una vasta extensión blanca, cubierta de nieve. Es visualmente como dormir a la intemperie, por más que esté aquí abrigado, el frío me penetra por los ojos.
Todo se ha cubierto de nieve. La primera vez que nevó solo tiñó de blanco el suelo y se podía transitar libremente sobre ella. Los profesores insistían que eso no era nieve. A los tres días se derritió y las colinas volvieron a ser verdes. Pero justo al día siguiente, al salir de la biblioteca, el aire se vio denso y turbio, como una niebla impenetrable, pero no era más que una gran capa de nieve que inundaba la atmósfera. Esa noche tuve que sortear varios montículos para poder entrar a mi casa. Ahora se camina con la nieve hasta la rodilla todos los días. Este es verdaderamente el Frío Norte.
Previniendo las circunstancias, mi despensa se ha ido llenando de sopa instantanea, chocolate y cereales. Sin embargo, esta necesidad es tan evidente que no fui el primero en notarla. Y aunque ya casi no hay seres humanos por la zona, al poco tiempo esuché pasos veloces y raspaduras sobre mi cabeza. La cosa se deslizó por el techo, y al día siguiente terminó de abrir un hollo en lo alto de mi despensa. A carajos la hice desaparecer, antes de llamar al exterminador, que se cercioró que la alimaña había vuelto al exterior inhóspito, bajo el cielo que las enormes bandadas de cuervos surcan graznando en busca de cadáveres. La evolución consiste en matar a tu competencia.

lunes, 17 de diciembre de 2007

Epoché

Me decepcionan las posts nuevas que hago y vuelvo sobre mí. Qué grave y pesada se me hace ahora aquella poesía que escribiera antaño, viniendo yo de estos patios de experimentación espontanea, de narración lúdica, y me doy con aquellas consideraciones épicas sobre la verdad del ser, la posibilidad de la existencia, la melancolía de la mortalidad, el encaminar mi obra hacia un propósito significativo que ilustrara paradojas insondables de la metafísica... Cuán mastodóntico proyecto el de superponer un propósito aun mayor a la ya delicada arquitectura de la historia simplemente narrable, que tanto me cuesta construir con manos temblorosas estos días. Cuán ajeno me es estotro del Vlad, de los estudios nyngerológicos y las despreciables proezas athorlianianas. Como estudioso aun funjo, es cierto, pero quizá ahora deba escribir como quien respira, lento y profundo, sin esforzarse en hacerlo, solo con constancia y sin pujanza, hasta recuperar la fluidez para poder volver a alzar la espada.

viernes, 14 de diciembre de 2007

Einstürzende Neubauten

El título es uno de los nombres más aparatosos que jamás halla podido ponerse un grupo. Más allá de ser en alemán (auf Deutsch ist alles sowieso kompliziert) hace uso de esas multipalabras combinadas tan intraducibles. Diríamos que es algo como "Construcciones nuevas que se están callendo a pedazos". 2 a 8.
Bueno, pero la verdad es que no era para menos. El nombre les va a pelo. Además de su sentido paradójico y pesimista, son innegablemente un grupo raro y complicado. La verdad hay mucha historia y leyenda detrás de sus miembros, pero yo los he decubierto hace apenas una semana y por ahora solo admiro sus videos. Parecieran una especie de punks dada, aunque sus mejores obras no exaltan tanto el absurdo que fuera corazón de esos dos movimientos. En cierto sentido se puede tender a decir que son medio "ochenteros". Aunque empezaron en 1980, sus creaciones han atravezado airosamente los 90s a buen ritmo y siguen publicando temas novedosos hasta la fecha. Son lo bastante exóticos para no ser reducibles al burdo determinismo tan de moda. En fin, aunque no sean simplemente punks ni dadaistas ni ochenteros, definitivamente en aquella sopa de lo innombrable llamada las vanguardias, siempre plurales, siempre esquizofrénicas. Será ocasión para volver a encarar esta espinosa pero fructífera frontera entre el arte y la huevada.
He aquí Blume:

Puede ser perturbador. ¿Por qué? Pues por alguna extraña razón que tu siquiatra solo explicaría encajonándote en algún prejuicio freudiano. Aparte de eso, ¿hay algo? De no haberlo, la verdad, habría que ser honestos de una pinche vez y admitir que eso del efecto perturbador no es más que una primera impresión. Que es un juicio meramente superficial e inmediato. Y que si es que me gustó porque sí, eso lo vuelve equivalente a un melodrama de moco tendido, de sensiblería barata, que por más que los odiemos siempre funcionan.
Pero no. Para empezar, esta no es una fórmula repetida mil veces, sino un experimento bastante osado. Y hay que probar siempre cosas nuevas para seguir cambiando, eso es necesario, porque no hay perfección que valga y siempre se puede encontrar más de un dios e inventar nuevos. Pero no toda idea es un dios, no todo paso es un camino, y no todo experimento da resultados positivos. Hay que admitir que arriesgarse significa poder perder, y que el valor que tiene en sí mismo el riesgo es puramente anecdótico, no parte de la obra de arte (o puede ser al revés, que el arte es el acto y la obra un despojo pero igual la obra y el acto no se influencian mutuamente). Y al fin de cuentas, muchos de los experimentos se pueden repetir y convertir en clichés, como bien nos han demostrado tantos vargasllosistas.
¿Después de demoler tanta corteza, qué es lo que nos queda? Nos quedan un montón de objetos disímiles, a los que tras vituperarlos, terminé encontrando casi involuntariamente una particular relación subyacente, la de la ciencia y la belleza, el nombre impronunciable más allá de su conocimiento, las flores que son símbolo de la belleza a pesar de poder ser clasificadas, y la boca que siempre desaparece al fondo del megáfono... ¿Pero no es una relación que yo me haya inventado completamente? ¿Cómo evitar que cualquier agrupación descabellada de objetos sea arte entonces? Si no encuentras la relación, es tu culpa, como lector inepto... este es el verdadero borde, al menos hasta donde yo llego por hoy, y ahí te ves.

domingo, 9 de diciembre de 2007

Dato inútil pero interesante

A diferencia de cualquier restaurante tercermundista, donde sea donde fuera el menú viene con refresco, que es sinónimo de jugo de frutas hecho del día, aquí en Massachusetts por supuesto no puede haber tal cosa. Todo viene envasado y con envoltura descartable para producir toneladas de basura sin parar, y la única opción de tomar jugo en vez de contribuir al imperio de la Coca-Cola company son unas botellas de vidrio del té marca Snapple. Frente a las gaseosas, esta corporación de prefabricados se representa como alternativa y natural, y entre otras cosas simpáticas trae en el reverso de sus tapas siempre un dato curioso. A estas alturas ya me he leido todos los datos curiosos que tienen. Hay que ver en qué se convierte el valor del conocimiento y la verdad en nuestra sociedad capitalista-democrática. Es el parecer inteligente y poder impresionar a los demás con lo que fuera en las reuniones sociales. Es acumular puntos inconexos como chapitas, sin mayor relevancia práctica. Alguna vez presentí que ese es el futuro de toda nuestra labor académica, cuya condición de verdad es tan irelevante para el consumidor promedio, quien en el mejor de los casos solo puede arrimarse a los títulos como el del médico a palos de Moliere. La verdad no vale más que el precio al que se la podemos vender a quien la ignora, y este, por supuesto, no sabrá si es verdad o no, y no tendrá tiempo de asociar los detalles subyacentes para utilizarla apropiadamente. Claro, habría que saber algunas cosas sobre cultura para dirigir una nación, pero en la democracia los que gobiernan no son los formados para el caso, sino el pueblo y el consumidor. Había una sátira bastante apropiada (aunque no la presentaban con la mordacidad necesaria para que trascendiera) en los animaniacs, que por un tiempo se dedicaron a transmitirnos cultura descartable a través de la secuencia del "dato inútil" del día. Ahora que lo pienso, 31 minutos también tenía una canción sobre el tema, que era muy interesante.

Hay muchos comentarios al respecto y, sin embargo, a fin de cuentas lo que faltaba era sacar la conclusión: que el conocimiento muere a manos de la felicidad.

viernes, 7 de diciembre de 2007

Antiguas historietas vampíricas

Antes de jamás conocer a Blade, me hice por mi cuenta de la fantasía infantil de un vampiro superhéroe, quizá en parte motivado por Spawn. En ese entonces yo aun creía en el bien, aunque ya me viera atraído por su bordes. Tenía entonces un personaje inmortal que intentaba utilizar sus poderes sobrenaturales para ayudar a la humanidad y lidiar con su sed de sangre. Un dilema fuerte, aunque nada original. El origen de este personaje entonces habría de remontarse a un caso extremo en el que la suya fuera la decisión más moral y necesaria. De paso, lo encoplaría con la época referente a todos los vampiros, la edad media. Finalmente por algún remoto parentesco con McBeth, le puse un nombre escocés, que podría ser cualquier cosa que comenzara con Mac. Fue así que surgió Lord McDafth, en una noche brumosa, desesperado en el fondo de su castillo asediado por bárbaros. Al ver a sus pocos hombres morir sin esperanzas invocó a una bruja de las tinieblas y le vendió su alma a cambio de poder e inmortalidad. ¿Cómo habrían de cobrarle el alma de no morir nunca? Y así salió hecho un demonio delgado y rastrero, con piel como ceniza negra, garras imparables, fauces hambrientas y un par de ojos ardiendo como brazas en su rostro. Aniquiló personalmente a los cientos de bárbaros en cuestión de minutos y bebió lujuriosamente su sangre. Cuando Lord McDafth volvió en sí, sintió el sabor de la sangre repletando su garganta y luego el frío de su cuerpo desnudo en la noche helada. Alrededor suyo tenía los seis hombres que sobrevivieron a la batalla, y les hizo jurar que no dirían nada.
Hasta ahí fue que llegó mi inconclusa historieta escolar. Vaticinaba yo serias complicaciones para sus días venideros, pues no podría evitar el devorar la sangre de sus súbditos y terminaría odiándose a sí mismo. Aunque sus caballeros no osaran alzarle la mano, en algún villano el odio podría más que el miedo y finalmente, en un acto heroico, lo descuartizaría y le prendería fuego. Pero la bruja le había prometido inmortalidad, y esto no podría deshacerse. Siglos después sus huesos calcinados se volverían a alzar, con nada más en ellos que una irrefrenable sed de sangre, que saciaría con el primero que encontrase, viéndose al cabo vivo, desconcertado y asesino en un entorno completamente nuevo que sería quizá la misma década de 1990 desde la que yo lo concebía. Entonces lucharía por adaptarse y hacer el bien en este bizarro contexto contra su propia naturaleza, bebiendo solo sangre de quienes ya fueran asesinos a su vez, pues en las ciudades estos proliferan. En última instancia sería alcanzado por un cazador de vampiros, enceguecido por el odio al demonio, quien en busca de un final disolvería su cuerpo en ácido y lo vertería al mar.
Pero si había renacido una vez, podría hacerlo tantas veces más, y la maldición de la sangre estaría imbuida hasta en la más mínima de sus moléculas que se recompondrían, hallando su camino a través de los océanos, para trepar como una bestia a algún barco que surcara las aguas contaminadas de un futuro remoto, y empezar una vez más. Quizá en este nuevo milenio su cuerpo sería erradicado junto con el agonizante planeta Tierra, pero una vez más se recompondría, flotando a través del infinito negro del espacio exterior hasta penetrar alguna base estelar, desde en la cual finalmente erradicarían hasta su último vestigio con antimateria.
Como dije, nunca vi necesidad de terminar de escribir esta historia antes. La criatura de huesos cenicientos dejó de lado su parte humana y reencarnó también en un par de historias más con el nombre de "The Imp", que nunca logré traducir apropiadamente. Su parte mortal y razonable se vio representada cuando me propuse relatar una Magna y compendiosa historia vampírica.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Chicas mágicas en Nueva York

Pues bien, ya está confirmada mi participación en el congreso de la Universidad de Binghamton sobre estudios de género. Solía considerar que quien leyera este blog estaría probablemente en Perú o por ahí cerca, pero aunque no puedan ir, pues les cuento. La universidad está en el estado de Nueva York, fuera de la gran ciudad, aunque no muy lejos. El congreso recién será entre el 14 y 15 de marzodel año que viene, pero ya tengo hora exacta y todo:

Session 12 Friday, March 14, 2008 1:45pm University Union 102
Retomaré otra vez el tema de las chicas mágicas, que no sé si por estos lares lo hayan oido, aunque esta vez estoy intentando redondear más el concepto del género, estructurando una definición más clara de forma más metódica, siguiendo el método estructural de nuestro querido Todorov (fue curiosa la sensación cuando, al volver sobre Todorov, descubrí que su teoría en verdad partía de Frye, a quien había leído hace poco... el encuentro de dos mundos que parecían independientes, el crossover en la teoría). Para eso, por supuesto, tengo que terminar de ampliar mi corpus y ver algunas obras históricamente cruciales aunque artísticamente muy pero muy pacharacas, y tragarme sapos como Sailor Moon en nombre del rigor académico
.


martes, 27 de noviembre de 2007

Señal de vida

La verdad es que perdí mi USB hace un par de semanas, tenía algunas cosas a medio escribir ahí, incluyendo algunas posts para el blog. Como he dicho tantas veces, pues la página en blanco es maleable, pero cuando existe aunque sea la noción de que ya lo había escrito aparece el elemento constrictor y la necesidad de ser fiel al original. Así que mejor dejo ahí perderse las historias sobre mis frustrados dibujos, sobre algunos estadios pasados del Vlad, sobre el monasterio vacío en el día del pavo, y qué sé yo qué más.
Hablando de infidelidad a los originales, estando en la situación bilingüe en la que me encuentro, me asalta cada vez más seguido la tentación de traducir. Sumado a que he estado memorizando algún soneto de Martín Adán, décimas de Calderón y canciones geniales de cantantes irrelevantes. Al parecer por aquí está disponible la novela de Los doce reinos en inglés, no sería mala idea ensayar una versión.
Mientras tanto he venido escuchando a Malice Mizer y escribiendo fanfics de Jigoku Shoujo. Sigo perdiendo en los concursos, hasta en los de fanfiqueros con apenas diez participantes y toneladas de faltas ortográficas y tramas inconsistentes. La verdad no he ganado ningún concurso desde que he salido del colegio. No sé si pensar que es un indicador, y que cuando la gente me dice que escribo bien es porque sí pues, hay peores, pero de bueno así nomás no pasas. ¿Qué se podría hacer si no, ante un público atrofiado? Pues dejar de publicar y volver al estado de la escritura absoluta, nada más, y dejar el valor en el no-espacio de la fantasmagórica intersubjetividad. Quizá una cosa que me interesó fue ver a una compositora bastante buena perder en un concurso de canta y gana a los quince años. También hay quienes me dicen que si no me siento bien con esto, puedo siempre buscar algo más, pero al menos en dibujar a pesar de todo tampoco creo que pueda sobresalir, y en las demás cosas o soy un total desastre o me es completamente odioso, lo cual en verdad va muy de la mano. En el fondo, el único problema es que eso de publicar mete muchos otros temas que con escribir no tienen nada que ver. Dije por ahí que quería ganar algo al publicar, pero eso para nada quiere decir que escribo para publicar. Ya que el texto está ahí, pues hubiera sido mejor si se le podía sacar alguito, pero si no, ni modo. Pero de estar ahí, el texto solo existe como ente estético y punto.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Primer viaje a la manzana

Acabo de volver de mi primera visita a Nueva York. Después de haber visto cualquier otra ciudad moderna, la verdad la altura de los edificios no es tan impresionante como dicen. Sin embargo no es que sean apenas algunas cuadras del centro de la ciudad, sino cuadras de cuadras de edificios enormes que siguen y siguen, y todas las cuadras son igual de cuadradas. Esta sí es una ciudad como tablero de ajedrez, en la que las calles todas llevan números antes que nombres.
El bus del college partió exactamente a las 6:45 de la madrugada, antes que saliera el sol. Por el camino fui dormitando y me desperté una y otra vez al notar que entrábamos a una ciudad, pero no era nuestro destino. Así sucedió cuatro veces.
Finalmente el bus nos dejó en las puertas del museo The Cloisters. Aunque sea un solo edificio, el plural para monasterios se aplica aquí muy apropiadamente. Como museo de arte medieval, está construido a base de piezas que el magnate Rockenfeller importara de decaidos monumentos europeos, para construir la edad media estadounidense. El resultado es un exótico collage donde ninguna columna es igual a la anterior y abundan los rellenos y reconstrucciones. Como el loco Xanatos de Gárgolas, que se compraba un castillo para ponerlo en la punta de su rascacielos, ahí mismo, en Nueva York.
Entre su disímil colección de curiosidades, el museo albergo algunos tomos manuscritos con delectables iluminaciones, y la famosa serie de tapetes que representan la caza del unicornio, una historia que hasta la fecha aun no conocía en su totalidad, pero que de seguro podré aprovechar para nutrir ciertos relatos sobre las contradicciones de la masculinidad. Probablemente la mayor desgracia haya sido que el royo de fotos se me acabó apenas dentro de este museo, comenzando el día.
Tras una breve pero excesiva estadía y un fugaz almuerzo, partimos para el museo metropolitano, bajando por Broadway, la pista chueca de la ciudad que no es ni calle ni avenida, y que estaba cubierta nada menos que de tiendas con nombres en español. Este museo sí, como es debido, es de los que no se pueden ver completos en un solo día, así que por mi parte pasé bastante tiempo entre momias y papiros egipcios, para luego pasar a la sección de arte decorativo del XVIII y acabar por la zona donde estaban las máscaras africanas y oceánicas. Abundancia de formas ondulantes y perturbadoras. Aparte de las piezas arqueológicas, el museo también estaba inhundado de gente, al igual que toda la ciudad. Una masa densa y tremenda como en ninguna otra parte, tan diversa, múltiple y homogenea. Salí del museo con un inglés llamado Andrew a quien no conocía antes pero había estado sentado a mi lado todo el tiempo en el bus. Andrew ya había estado en Nueva York un par de veces antes, admitía que era una ciudad que valía la pena conocer, pero que al fin de cuentas despreciaba bastante. Junto a él nos abrimos paso entre las masas de gente y los precios exorbitantes, Andrew quería sentarse a tomar un café pero terminó comprando un cartón de jugo de naranja en una bodega. Caminamos por muchas cuadras por calles y avenidas numeradas y anónimas, todas cuadradas y todas, todas, con edificios cada vez más altos, hasta detenernos frente a la biblioteca municipal a tomar un descanso junto a sus leones de piedra llamados Paciencia y Fortaleza. De ahí volteamos de regreso a la derecha para llegar a ningún otro lugar que el ombligo del mundo, la ultra electrificada, hiper abultada Times Square, un lugar tan iluminado que la luz en él es la misma las 24 horas del día y las pantallas animadas se mueven a donde quiera que el ojo mire. Y ahí sí, para cruzar la calle, hay que tomar aire y sumergirse entre la corriente masivo del rio de gente, líquido espeso que no tiene burbuja alguna.
Emergiendo del pulso eléctrico y masivo pasamos a Central Park, y de pronto todo se volvió amplio y fresco, aunque en esta época del año los árboles ya estén botando sus últimas hojas muertas. Ver el anochecer tras los masivos edificios de concreto desde una colina de tierra, como ver el mundo desde afuera, y sin embargo estar al centro de todo eso, una ambigua ciudad de contrastes.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Las logías y los studies

Me viene asaltando hace ya bastante tiempo la idea de la dicotomía entre la academia clásica y la gringa posmoderna. Por un lado tenemos las ramas del saber clasico, segun las cuales son todas esas que terminan en logía: antropología, teología, filología, biología... Tambien entran historia y medicina y demás disciplinas clásicas, que funcionan igual pero no gozan del sufijo. Es fácil pensar que más bonito que decirles "logías" es remitirnos a su raiz griega Logos, pero está es tan polisémica y traginada que de verdad prefiero gastar un poco de clasisismo para ahorrarme muchas jaquecas. Como sea, el hecho es que estas son formas que buscan abaracar todo el conocimiento de un aspecto de la existencia, un conocimiento abstracto que se puede aplicar en todas las circunstancias y lugares. Un conocimiento que se pretende trascendente, eterno. Un conocimiento cuya condición de verdad metafísica a veces lo vuelve inaplicable. Se le ha acusado de querer implantarse por sobre la opinión de cualquier otro hablante, por intentar aplicarse a casos muy remotos y distintos del punto de partida. Lo cierto es que las logías reconocen su punto de partida y lo relativizan... bueno, no es que siempre lo hagan, deberían hacerlo si es que siguen sus bases epistemológicas originales. Un buen antropólogo es el que puede reconocer la presencia de su propia cultura en sí mismo.
Por otro lado está la nueva academia gringa posmoderna, que tiene algunos célebres exponentes tambien en francia, como Lyotard y Barthes. Esta es la que ha creado las disciplinas de los studies: Gender studies, cultural studies, post-colonial studies, latin american studies... Estas se enfocan en un objeto espacio-temporal muy concreto e intentan saber todo sobre él. En ese sentido, corren en sentido perpendicular al de las logías, uniendo los puntos que a estas se les escapan. Lo complicado del caso es que estos "objetos" suelen contener sujetos individuales, pero los studies siempre pretenden saber más que ellos sobre sí mismos. Tanto así que en su jerga, sujeto y objeto son sinónimos. Si el aspecto que nos interesa es el "todo", no tenemos en verdad por dónde empezar, por lo que los studies tienen la necesidad de subordinar ciertos aspectos importantes a otros arbitrarios. En ese sentido, los studies se parecen todos bastante a dos de las logías más subordinantes: la psicología y la sociología marxista. También es bastante claro que estas son las menos científicas del grupo de las logías, parecen más bien sectas carismáticas. En fin, como lo que queremos saber es todo sobre el objeto, todo método es posible e imaginable. Dicen que son interdisciplinarios, pero muy a menudo eso no se diferencia de ser ametódicos y arbitrarios.
Desde un principio, los estudios literarios estuvieron sobre el filo de ambos. De ahí que gran parte de los studies se hallan gestado en el seno de la crítica. También es cierto que, casi desde siempre, la crítica literaria ha estado absurdamente parcelada por idiomas, naciones y regiones, lo cual es, después de todo, un método muy studies y muy fachista. Quizá la única logía literaria fue la semilogía... aunque tampoco es estrictamente literaria. El concepto de literatura, compuesta por algunos griegos locos de tres géneros sin mucha relación aparente, se desmenuza cada día más. ¿Qué tiene en común un poema con una obra de teatro? Muchísimo menos que una novela con una película. Saludo la inciativa de muchos teatreros de distanciarse del panteón literario. En fin, ya que la literatura puede ser cualquier cosa y cualquier método es válido, muchos críticos literarios actuales se parecen a los cronistas de periódicos en el hecho de que su preparación, argumentos, temas, conocimientos e inteligencia importan un pepino. Me recuerdan al perro de 31 minutos, el célebre Joe Pino, que siempre opina y terminó sacando su canción de rap:



Así que piénsenlo dos veces antes de creerse eso de que los studies son para la libertad, el respeto y las buenas relaciones. Piénsenlo dos veces antes de decidir quién se pone en una "posición privilegiada".

miércoles, 31 de octubre de 2007

Equinoccio

Hoy celebramos el equinoccio de invierno, el fin del verano y comienzo de la temporada oscura y fría del año*. Hoy celebramos la noche en la que los espíritus y los muertos caminan entre nosotros, en la que nuestros propios espíritus que caminan a espaldas nuestras se han de revelar aun ante nuestros más mundanos ojos. Ya hace semana y media que oscurece cada vez más temprano y amanece cada vez más tarde, tanto así que al momento de levantarme pierdo la noción del tiempo, el reloj dice que son las 7, pero aun todo está oscuro a mi alrededor, y entonces hasta no dudo al día siguiente de levantarme antes aunque mi clase sea más tarde, porque el día no comienza al amanecer sino en medio del caos de la noche oscura. Pero ¿acaso es que el día de hoy se parece en algo a días anteriores, que es algún tipo de día? ¿No es acaso este único día que surgió de entre las tinieblas de esta madrugada, y no un día análogo algún halloween de 1978? Ciertamente el giro de las órbitas no tiene mayor determinación sobre mi existencia lineal e irrepetible, pero hoy, para mí, es un buen momento para voltear la nuca y renovarme.
Por su parte, algunos vecinos han tallado calabazas y celebran el otoño, la cosecha, los espantapájaros y a los niños entre hojas secas. Celebran que sus vidas son cíclicas, predecibles, repetitivas. Sé que esta noche mis alumnos irán a un bar vestidos de piratas, mafiosos o pollos, a celebrar que tienen alguna excusa para emborracharse. Con los mexicanos hace un rato armé una mesa del día de muertos. Y a pesar de todo eso, el día de mañana no será feriado ni para ellos ni para mí, aunque sí para ti, por el día de la canción criolla.


*Eso es en el hemisferio norte. En el hemisferio sur estás en el equinoccio de verano, que es lo opuesto.

viernes, 26 de octubre de 2007

La señora Mary Shelley

Acabo de notar que en la post anterior cometí un error fatal. Junto a la portada de la Entrevista con el vampiro, con el nombre de Anne Rice más grande que el título, cité a Mary Shelley como autora de ciertas crónicas vampíricas que expresó opiniones varias sobre su versión cinematográfica. Ya está corregido. ¿Alguien se habrá dado cuenta? Ya que al parecer no muchos, tendré ocasión para volver sobre el caso particular de la señora Shelley. Muerta y enterrada a principios del siglo XIX, nunca llegó a ver filme alguno en su vida. Es de hecho una autora gótica fundamental, aunque su relación con los vampiros es absolutamente nula, y más bien es artífice del primer y más macabro científico loco y su homónima creación: el doctor Victor Frankenstein.
Y si la hubiera visto, ¿a la señora Shelley le habría gustado la película? Probablemente no mucho. La más fiel al original creo que es irónicamente la más tardía, aquella con Kenneth Branagh y Robert de Niro, que nos devuelve una vez más al viaje entre Suiza y el ártico. Sin embargo, esta recoge también un error fuertemente arraigado: el que la criatura fuera un burdo collage de cuerpos previamente humanos. Victor construye la criatura enteramente, no la compone de partes previamente hechas. Si lo vemos saqueando tumbas, es como parte de su minucioso estudio de anatomía. Helo aquí, en el capítulo cuarto:

It was with these feelings that I began the creation of a human being. As the minuteness of the parts formed a great hinderance to my speed, I resolved, contrary to my first intention, to make the being of a gigantic stature; that is to say, about eight feet in height, and proportionably large. .... Pursuing these reflections, I thought, that if I could bestow animation upon lifeless matter, I might in process of time (although I now found it impossible) renew life where death had apparently devoted the body to corruption.
M.S.

¿Cuál sería, pues, la necesidad de hacer un ser de grandes proporciones si el doctor no fuera a crear cada fibra de cada músculo, el interior de cada vena capilar, de cada tubérculo pulmonar? Es cierto que el pasaje es un tanto ambiguo y sugerente por la cantidad de cadáveres que presenta, que el doctor confiesa que adquiría sus materiales en la carnicería... pero las gruesas costuras de todos los filmes no tienen ninguna presencia en la novela original. Es sorprendente como este juicio rápido fue recogido hasta por la importante crítica Rosemary Jackson en su tratado sobre la literatura fantástica.
Ahora bien, el que la película se distancie de la novela, el que probablemente no le habría gustado a la autora, no quiere decir que no me pueda gustar, por ejemplo, a mí. Particularmente el primer par de películas que popularizó al personaje, las del gran Boris Karloff, son las más imprecisas y geniales de todas. He aquí al doctor Henry Frankenstein, un loco de atar, con su desde entonces inseparable compañero, el deforme Igor, su monstruo de cabeza cuadrada y costura gruesa, su máquina que se nutre de la tormenta eléctrica, su trágico final en el molino ardiente, en las afueras del mismo pueblo. Pero más genial aun es la secuela, La novia de Frankenstein (no del doctor, del monstruo), donde Henry se alía con una suerte de alquimista que crea homúnculos, para poder producir un ser aun más perfecto, el cual junto a los dos científicos dementes es finalmente destruido solo por la heróica intervensión del mismo primer monstruo. Es cierto que Shelley mencionaba una segunda criatura, cuya creación el doctor Victor emprendía nada menos que por encargo del primer monstruo, y sabiamente dejaba inconclusa. He aquí pues la reinvención en su máxima expresión.

lunes, 22 de octubre de 2007

Reinvenciones del vampiro

Otro artículo que se publicó hace un tiempo es una reseña más sobre El empalador, en la revista Nudo, organizada por los estudiantes de humanidades de la pucp. En ese sentido debo admitir lo evidente, que gran parte de los organizadores de la revista fueron mis compañeros de clase, incluyendo a Romina, que firma la nota. Aun así debo decir que la revista en su conjunto les ha quedado muy simpática, no carece de snobismo intelectual como todo humanista, pero se deja leer y tiene varios puntos de interés.
El texto en cuestión enfatiza más que nada las diferencias entre Vlad y Drácula con las que he estado jugando recientemente. El contraste llega a un punto donde al parecer se afirma que aquí no hay vampiros... Que Bella Lugosi no está por ningún lado es más que cierto, pero leer la novela sin relacionarla con los mitos vampíricos deja fuera a Lilith y su gente. Es cierto que Vlad es de nombre Dracula, pero aparte del Drácula de Stocker, los vampiros han renacido con fuertes transformaciones una y otra vez. Hace poco estuve leyendo a la señora Anne Rice (pero me aburrí porque ya había visto la película y el libro no aporta mucho más, aunque a la señora no le haya gustado el filme), también están las otras historias de los nosferatus de Werner Herzog y la peste, las impusas griegas, demás parientes no muertos y, por qué no, el comic de Blade y El pequeño vampiro, y hace un tiempo también mencionaba Blood+, que es cierto que en muchos aspectos no es gran cosa, pero el concepto del vampiro es bien otro. Algunos caminan bajo el sol, otros no aguantan los ajos, varios son sexuales y muchos no tanto, algunos contagian epidémicamente con solo morder, y sí, hay hasta quienes no beben sangre muy seguido... Entre íncubos y chupasangres, finalmente hay tantas versiones contradictorias que cada uno tiene que armarse su propio modelo, cosa que yo vuelvo a hacer al inicio de cada cuento, aunque aun no tengo ocasión para sacar a la luz ninguno de mis cuentos vampíricos...
Al fin de cuentas, a lo que va el artículo es a advertir que esta novela también funciona como épica, algo que había oido antes, pero sobre todo como una épica decreciente, que cabalga rumbo a la perdición. Es cierto que se puede hablar de humanizar a Vlad, algo que en verdad yo no había pensado, pero no por ser más humano será menos vampiro. Se agradece, por supuesto.

sábado, 20 de octubre de 2007

El cuaderno de la muerte y la escoria del mundo

Hace un tiempo ya, publiqué un nuevo artículo sobre el anime Death Note, uno de los más complicados y oscuros de los últimos tiempos. Es cierto que tiene varios capítulos de relleno, pero eso no le resta mucho a las buenas partes de la historia. A grosso modo planteo en el artículo una lectura en base a la geminación o la teoría del doble.
Yagami Raito, un muchacho genial y aplicado, se encuentra un buen día un cuaderno con el que puede matar a quien sea con solo escribir su nombre en él. Justiciero como es, Raito decide erradicar de una vez por todas a la maldita escoria del mundo. El problema es que aparecen otros detectives tan geniales como él y más personas con cuadernos igual o hasta más poderosos que el de él. Su acompañante, el dios de la muerte Ryuk, a menudo le recuerda que encontró el cuaderno por pura casualidad, pero Raito insiste en que él es el elegido para ser el Dios del nuevo mundo.
Al final estamos sobre el filoso borde de la filosofía moderna, donde el yo se ve frente a frente con el otro. Hay demasiada gente en el mundo para limpiarlo, y el poder de uno termina donde comineza el del otro... ¿o es que la ilusión del otro comienza donde termina el poder de uno? Finalmente, la aparente existencia de los demás no tiene por qué opacar el logos universal, que no tienen ningún otro lugar donde formarse que en el seno del yo. Toda decisión de hacer algo la es también de no hacer otra cosa, y en todo plan siempre hay algo o alguien que queda fuera, y no nos queda más que reconocerlo y eliminarlos, o caer en la hipócrita identificación excrementicia*. Siempre hay gente que sobra. No es por malvado ni degenerado que las cosas le salen mal, Yagami Raito termina como todo un héroe trágico, sacrificado en nombre de sus ideales.
En el artículo me enfoco un poco en otras cosas, lo tienen aquí, pero si aun piensan ver el final de la serie quizá quieran parar a la mitad para no fastidiárselo.

*Concepto del rojo Zizeck a quien no trago, sus escritos comunistas me han enseñado a apreciar el capitalismo. Solo me gusta el nombre que le pone a eso, por evidentes asociaciones entre gente y kaka.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Mi vida con Duke

Tu y yo estamos viviendo juntos. Compartimos un apartamento, la lavadora, la cocina, el baño. Salimos a comer juntos a menudo. Cuando Tu llegó, la decana de la facultad me lo presentó diciendo: "¡Mira, aquí está Wantán!". La verdad su nombre es Tu Wen-Tang, pero para evitar roches y enrredos prefiere que le digan Duke. Como su nombre sugiere es chino y tiene cuarentaialgo años.

Al comienzo me pareció interesante conocerlo y me dispuse para guiarlo por el campus. Mi primera impresión fue que hablaba el inglés con muy buen acento, pero mientras íbamos intentando relacionarnos con otra gente, notaba cada vez más que no entendía nada de lo que hablaban los demás, al final yo tenía que ayudarle a pedir su hamburguesa y todo. Durante las primeras semanas se fue convirtiendo en todo un lastre. Me hacía extrañar las mesas políglotas con los otros asistentes, donde hablabamos a fuego cruzado en tres idiomas, en inglés alemán francés español italiano, y cada uno ve qué parte entiendo y cómo contesta. Aunque somos siempre más los que hablamos castellano, los latinos, y los italianos ya dicen que tenemos toda una mafia. Eso de que uno deja de simplemente hablar castellano y se vuelve Latino es todo un tema. En los formularios oficiales de los registros gringos aparecen como razas los blancos, los negros, los asiáticos, lo nativos americanos, y los latinos. ¿Cuál es la diferencia entre un español y un italiano? ¿Entre un cholo y un apache? Racial no es, no me vengan. Pero en fin, como decía, ese es otro tema. Hay muchas cosas de que quejarse, pero no viene al caso.

Ya que viene de las antípodas, Duke tuvo que dar la vuelta por el lado largo del mundo (en vez de simplemente cruzar el pacífico) y llegó con un horario totalmente desfasado. El primer día se acostó a las seis de la tarde y se levantó a las cuatro de la madrugada. A eso hora salió a dar una vuelta por el barrio, y descubrió una senda en el bosque muy cerca de aquí. Regresó a casa a las seis y se volvió a dormir. La cosa se pone un poco más incómoda ahora que se prolonga. Dice en broma que yo duermo cuando él está despierto y que solo necesitaríamos una cama. Al parecer se levanta todos los días a las seis, no sé a dónde va, a veces solo se queda dando vueltas por la casa y oigo sus pisadas. De noche tampoco se acuesta muy temprano, por lo menos a las doce. Contribuye a mis prolongados insomnios con los que suelo revolcarme toda la noche y logro agarrar sueño recién cuando sale el sol, y duermo dos horas antes de tener que salir para mi clase de las 8.

jueves, 4 de octubre de 2007

Fanfiquero soy

De qué manera se escribe sino el que hace fanfics? El sonido [k] al final solo se puede convertir en una "qu" en español. Pero bueno, fanfiquero viene de fanfic, pero quizás aun te preguntes de dónde viene eso. Fanfic viene de Fan fiction, que en inglés es ficción de fanáticos.
Muchas cosas pueden ser fanfic. Yo encontré las fanfics hace como 5 años, cuando empezaba a escribir y ver animes, cosas que sucedieron bastante seguido. Explorando foros de anime, me di con un espacio donde los otakus escribían continuaciones o historias alternativas para sus animes favoritos (aunque por entonces no sabía que era un otaku y ahora me da flojera explicarlo). Así que fue ahí donde se dio gran parte de mi formación como escritor, donde empecé a construir ideas primarias y practicar recursos narrativos. Los fanfiqueros en gran medida escribimos por escribir, por ser fieles a una historia previa o reelaborarla. Por otro lado, muchos fanfiqueros no escriben por interés en el texto. Muchos de los que están ahí ni siquiera han tenido un contacto fuerte con la literatura canónica, les importa un pepino el Cid o Vargas Llosa. Pero, evidentemente, no tienen ni un estudio de animación ni un set de televisión, a veces ni siquiera una cámara de video. Escribiendo sale menos peor. Y lo que pasa aquí es que no hay que hacer grandes vainas para publicar un libro, sino que cualquiera puede colgar sus cosas, y ahora sí depende completamente de ti, lector, a cuál le prestas atención, o si tú también escribes. Todos escriben.
Así que ahí están, escribiendo textos a partir de imágenes, lo cual evidentemente se hace sentir en un estilo muy particular que yo solo fui captando muy poco a poco. Por un lado es importante cómo se presenta el texto, ya que está también creado para ser leido en internet. Por otro, solo existe lo visible, pero todo es visible y visual. La mayoría de veces solía solo criticar a los demás fanfiqueros por no saber describir sensaciones y pasos abstractos del tiempo. Luego pensé en hacer mi tesis sobre eso, pero en todos mis 3 años de facultad de literatura no aprendí nada que sirviera para comentar el estilo narrativo. Mis fanfics pretendían apegarse a un estilo clásico, como las novelas sartreanas que leía por entonces, pero definitivamente reabsorbieron muchas cualidades del entorno. Por aquí quedan aun colgadas algunas de por entonces, aunque casi todas sobre Evangelion y en inglés. Además, para cuando empecé mi tercera novela, ya tenía una idea mucho más clara de cómo era la cosa, y decidí redactar una historia sobre chicas mágicas con estilo exageradamente fanfiquero. Sin embargo fue por entonces que me cayó el bloqueo. Siempre digo que he escrito dos novelas y media. Quizá quede por siempre como mi novela inconclusa, no sé si alguien la leería como tal a menos que me muera. Me tendré que morir, pues.

sábado, 29 de septiembre de 2007

Libro en la Web

Si aun no tienes el libro, si aun no estás seguro de dónde encontrarlo, si vives muy lejos como para ir a cualquier librería en Lima, pues ahora el libro también se vende por internet. El libro cuesta 15 S/. igual que en todas partes, pero a eso se le suman los gastos de envío dependiendo de dónde estés. Está en Páginas del Perú.
También he puesto recientemente un par de artículos más en la revista Kagami. Una breve nota sobre la nueva película de Evangelion, otra sobre las falsas continuaciones que lo rodean, y un artículo contra la lamentable Suzumiya Haruhi no Yuustu, para demoler un poco del inmerecido reconocimiento que ha recibido. Estaba esperando a terminar uno más sobre Death Note, pero me está costando mucho reunir la bibliografía, así que quizá quede para la edición de enero.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

El guerrero y la sombra

...Pero una noche podría haber sucedido el encuentro. Vlad deambulaba una vez más por los largos pasillos de su casa inmensa, en los exteriores de Buda, por entre las sombras y fulgores de las ventanas y árboles a la luz de la luna. El crujir de madera venía de afuera, en el bosque, y de adentro, en las entrañas de la casa. Un fuerte estallido y un grito llegaron del fondo del pasillo. Espada en mano, Vlad corrió a abrir la puerta de un golpe, pero se dio solo con un cuarto vacío. Entró cautelosamente a la estancia, mientras seguía los ruidos que ya sabía en el cuarto contiguo. Sintió sus propias botas resonar contra el suelo de madera y se detuvo. Al lado escuchaba una ventana abierta, pisadas ligeras, quizá de un hombre... tela arrastrándose, cristales rotos. Lentamente Vlad volvió al pasillo, se paró frente a la otra puerta y entró velozmente, para encontrarse en su propio dormitorio. La ventana estaba rota, sus pedazos dispersos sobre el suelo, y sobre ellos, fundido entre las sombras de las ramas, una sombra alta, un hombre de cabello corto con una capa que rozaba el suelo y se alzaba a momentos por el viento. Al borde de la cama estaba Magdalena, su esposa.
-¿Quién eres?- demandó Vlad, ya casi abalanzándose contra el extraño. Aun así, todavía no se decidía a asestar el primer golpe.
-Soy el conde de Transilvania- respondió una voz engolada desde la oscuridad. La luz se filtró entre las ramas para reflejarse rápidamente en el fondo de sus ojos, pero el resto de su rostro permaneció oscuro.
-¿Qué dices? Transilvania solo tiene un voivoda, y es Stephen Bathory- Vlad apuntó su espada hacia el enemigo-. Insensato. ¡Lárgate de mi casa inmediatamente!
A él le complacía dar ultimatos, pero en el fondo también deseaba que el intruso se quedara para enfrentarlo. La negra silueta, sin embargo, no parecía dar respuesta alguna, sino que lentamente empezaba a agitar su respiración hasta soltar una insana carcajada. Vlad apuntaló su espada hacia el pecho del enemigo, pero su fuerza dio en el aire, haciendolo resbalar hacia adelante, mientras la sombra se deshacía en humo y volvía a emitir una risa que se desvanecía entre el silbido del viento. Finalmente el guerrero quedó solo, encorvado frente a la ventana rota. Miró entre las tinieblas del bosque sin poder distinguir cosa alguna. Su espada también estaba limpia. La envainó y volteó a ver a la hermana del Rey, que al fin y al cabo era su esposa. Tendrían que dormir en otro cuarto esa noche. Los sirvientes ya arreglarían la ventana sin que nadie se diera cuenta, y no quedaría rastro alguno de este fortuito encuentro, que en el fondo nunca tuvo por qué haber sucedido.

sábado, 22 de septiembre de 2007

Leer y escribir

Debo confesar que es la primera vez que entro a una biblioteca grande con estantes abiertos. El primer nivel es solo una sala de referencias, con un techo alto y frases en latín, pero no demasiados libros. El verdadero universo está bajo la tierra. Descendiendo siento ese dulce olor a museo, a madera seca, a conocimiento antiguo. En una sola mirada veo tantos libros que una única persona jamás podría leerlos todos. O, si fuera a leerlos todos, tendría que o bien que enloquecer u olvidar por dónde comenzó. Me siento a veces como uno de los dobles de Borges. Descendiendo hay más y más niveles inferiores de pasillos oscuros repletos de estantes, en los que solo se prende una luz cuando me mantengo parado por un rato en uno de ellos. En el fondo, investigaciones como las literarias no son más que investigaciones personales, para volver a hablar lo que ya lleva mucho tiempo escrito a medida que lo leemos individualmente. Cuál es la relación entre el conocimiento que un individuo pueda acumular y el que pueda transmitir a, digamos, la academia? Tampoco es que todo alumno sea peor que su maestro, como en los mitos. Después de todo, el maestro también fue alumno de alguien peor que él. Pero gran parte de su saber es lo que experimentó personalmente y nunca podrá transmitir a nadie. Por eso es que mediante la humanidad avanza, hay más libros, pero de alguna manera no puede haber más conocimiento.

Un profesor ha iniciado un pequeño taller de poesía en español, aquí, en el College of the Holy Cross, en medio de los yunaites steis. Asistí a la primera sesión con curiosidad, más con ganas de escribir que con ganas de leer a los otros, pues de hecho no había mucho que esperar. El profesor parece ser parte de la onda posvanguardista según la cual cualquiera puede ser poeta y cualquier cosa puede ser poesía. Además, como era evidente desde la primera mención, gran parte de los alumnos hablan castellano solo a medias. De todas maneras, fue una oportunidad de comentar elevadamente a Machado, su relación con el modernismo y el de este con el haiku, aunque sé que me entienden solo la mitad. Solo un sitio para hablar en el vacío. Para la próxima vez piden que escribamos un poema sobre el otoño. Pensaba hacer un par de haikus, pero no me salen. Mejor unos cuantos endecasílabos en referencia a Hoffmann.

martes, 18 de septiembre de 2007

Salgo en la tele (ahora sí)

Hoy, 18 de setiembre a las 11 pm en el canal 7 (TV Perú) salgo en una sección del programa Vano Oficio, comentando sobre los libros que tengo en el baño, que me cambiaron la vida, y los peronajes de los que me enamoraría. No se lo pierdan! Preparen sus cintas para ponerlo en el YouTube. También se repite el jueves a las 3.
Email del programa: vanooficio@irtp.com.pe

jueves, 13 de septiembre de 2007

Covenant y Kovenant

Me he traido muy pocos CDs para acá y los pocos que tengo no tocan en el estereo gringo, solo en mi discman. El único que funciona son las piezas de piano de Erick Satie, pero ya me aburri de escucharlo. Entre los demás que he traido tengo sin embargo uno de un grupo que siempre me ha fascinado e intrigado: El disco se llama Nexus Polaris y dice ser del grupo Covenant. Un black metal virtuoso y complejo, densamente oscuro pero también profundamente inteligente. Sus letras me resultan muy sugerentes y me han inspirado más de una vez tesis filosóficas. La mejor letra del disco creo que es la de "Bizarre cosmic industries", que ya he intentado traducir sin mucho éxito.

Tricking the trails of my long lost obscurity
I gather me inside of the artifice of eternity

He aquí que el caos del incio, olvidado por la senda recorrida, deja una estela escondida que hay que desvelar. He aquí que en el incio era el caos, y no la luz ni el verbo. He aquí que la construcción de la identidad se da en un espacio ficcional. He aquí que la identidad es algo siempre constituido. He aquí lo ficcional de esa eternidad que nunca terminaremos de vivir.
Semejante en sus potentes letras y hasta bastante mejor en su calidad musical considero "Bringer of the sixth sun", que ilustra una sed insasiable de conquistador cósmico. El resto del disco, es cierto, puede resultar un poco repetitivo, pero las canciones independientemente son excelentes.
Por eso siempre he tenido ganas de escuchar más de ellos. De hecho, siempre supe que tenían un disco previo, llamado In Times Before the Light. El título nuevamente indica que el origen no es la perfección sino lo desconocido y ambiguo, que precede toda lógica y moral. Mi maestro del metal, la Coya, lo tenía en original, y fue así que me enteré de la existencia del grupo y no dudé en comprarme el Nexus cuando lo encontré. Quizá lo más heróico y anecdótico respecto al primer disco es que fue grabado por una banda de solo dos cabezas.
Así fue que tiempo después de haberlos escuchado primera vez, decidí hacer algunas pesquisas sobre su incógnita situación, y me enteré que andaban ahora metidos haciendo una cosa medio electrónica. No encontré muchos detalles ni cavé muy profundo, así que eso fue lo que supe por entonces.
A comienzos de este año, como más de uno sabrá, se anunció la llegada a Lima del grupo de electrodark Covenant. Me llamó la atención saber que era lo que habían estado haciendo, en los afiches se veían bien distintos (irreconocibles) pero nada mal. Me fijé en la fecha y noté que había sido el día anterior. Tarde como siempre, me quedé con las ganas.

Con el avance de la teconología de la información, esa clase de pesquisas ya no son tan difíciles como solían ser. Motivado hace unos días por mis pocos discos, entré una vez más a buscar información sobre el Times before the light. Gracias al wikipedia y al youtube, el conocimiento está ahora mucho más cerca.
El grupo que visitó Lima efectivamente era Covenant, pero no eran los autores del Nexus Polaris. Los autores del Nexus Polaris tuvieron un desencuentro legal con este grupo de electrónica y sacaron su siguiente disco bajo el nombre de Kovenant. Para colmo de homonimias, poco tiempo después lanzaron una nueva versión del Times Before the Light, pero con ruidos tipo industrial, por lo que el nombre de su primera obra ha quedado casi sobreescrito. Ahora que me entero de los detalles, sus miembros se han paseado por todas partes. El líder de la banda también pasó un tiempo con los tremendos Dimmu Borgir, y se cambió tres veces de nombre. Entre las últimas cosas que está haciendo Kovenant hay muchos mamotretos y un par de combinaciones aceptables entre black metal, industrial y new wave. En la mayoría de sus últimas apariciones se ven bien poseros, con máscaras saduciendo dreads como los Slipknot y sin mucha sustancia que tocar, solo bulla.
Los otros Covenant, aunque en su género, tienen varias cosas muy buenas, solo a veces también parecen tirar más para el trance que para el wave. Pero solo a veces. De hecho algunas de sus canciones me dan ganas de volver a bajar el fruty loops y hacerles un par de covers. Podría ser divertido.
En conclusión:
Covenant ya no es Covenant sino Kovenant. Covenant esta mejor que Kovenant que solia ser Covenant. Cuando Kovenant era Covenant era mejor que Covenant.
(decir en voz alta y con los ojos cerrados)

viernes, 7 de septiembre de 2007

La historieta de las alas de acero

Aparte del latín monástico de rigor, estoy llevando un curso de dibujo. Espero así poder mejorar mi relación con mis dibujos, los cuales son una parte necesaria de mi pensamiento pero nunca dan resultados publicables. Varias veces he ensayado historietas, algunos doujinshis, que a mí me divierten mucho pero tienen serios problemas de técinca. Por mientras, les dejo una que iba a salir en la Elisión 3, creada en la última página de un cuaderno.



I gave myself wings


Y yo me di alas







And yet within this world I could not fly

Y aun así en este mundo no pude volar









So I gave myself a world where I could fly

Así que me di un mundo en el que podía volar








And yet a tiny spheric world it was
So void and perfect with a single voice
 
Y aun así era un mundo circular,
Seco y perfecto, de una sola voz

martes, 28 de agosto de 2007

La vida en el claustro

Me he establecido aquí, en mi parada en el lejano norte por este año que viene. He encontrado las abreviaturas para las letras castellanas (excepto la e con tilde, la cual aun hago con copy-paste), escogido mis cursos y terminado de desempacar. Me han asignado un departamento en la calle Caro, a solo una cuadra del campus, casi dentro del mismo. Los edificios del colegio parecen del siglo XIX, de piedra y ladrillo, con columnas neoclásicas, estatuas y grandes relojes victorianos. Hay dentro de los anchos pasillos de madera un ligero olor a museo. Todo el campus esta en la ladera de una colina, por lo que hay que subir y bajar escaleras constantemente. Lo cierto es que almuerzo, estudio y trabajo dentro del campus, por lo que estoy practicamente desconectado del mundo exterior. Lo que rodea al colegio tampoco es nada más que el tranquilo pueblito de Worcester, con prácticamente nada que hacer en él excepto ir al colegio. Solía pensar que no habría nada peor qe vivir en una comunidad pequeña. En principio me imaginaba viviendo solo en un castillo sin ver nunca a nadie. Luego aprendí de Baudelaire a vivir en la ciudad sin verle nunca la cara a nadie, en el constante movimiento que es la flaneurie, quizá incluso más solo que si viviera solo. En un pueblo pequeño es el lugar donde todos se conocen y reconocen, y se ve quién fue el domingo a la iglesia y quién no. Pero por ahora no conozco mucho a nadie, y aun parece posible sobrevivir con la excusa de que soy extrangero. Así comienza mi vida monástica de recogimiento y estudio, de devoto análisis de las grafías nyngeras y artes oscuras. Inevitable retornar a los tan citados versos de Fray Luis, que por pura coincidencia pronuncié el primer día. Irónica la forma como la orden jesuita puede cotejar a un mago oscuro. ¿Será que el saber es uno para el bien y el mal? Una pregunta antigua y compleja.
Dicen además las autoridades que no se puede dar una relación entre maestro y alumno. Lo radical del caso es que, como asistente de docencia, soy tanto maestro como alumno. Así tambien soy monje en cuanto al celibato. Cuenta la leyenda que en el número 14 de la calle Caro, una de las casas en las que también a nosotros nos han hospedado este año, hubo una asistente china que se suicidó ahorcándose con sus propias manos. Esto porque el auto-estrangulamiento produce placer erótico a ciertas personas. Se dice, pues, que esta chica murió en pleno acto de autosatisfacción. Resulta grotesco y absurdo a primera vista, pero se torna comprensible ante la desesperación que causa el celibato en muchos de los compañeros. Siendo así, nuestra historia se asemeja en ligeros trazos a la del Overlook Hotel, donde estamos forzados a seguir los nefastos pasos de nuestros antecesores.

sábado, 25 de agosto de 2007

La sensación de lo bello

Me perdonarán los más jarcor, pero esto salio del 3er opening de Las Guerreras Mágicas, un anime al que los otakus saben cuanto tiempo y reflexión he dedicado.



Yace dentro de mí, la conciencia de observar algo que se realmente grandioso, de atestiguar un acto heróico que desafía todo a su alrededor*. Está simplemente ahí, casi por sí mismo, una vez que he llegado a creer que es así, una vez que me he abierto a la idea de la grandeza, y puedo cerrar mis ojos y solo concentrarme en mi estado de sobrecogimiento. Incluso si ahora podrías decir que, objetivamente, no es tan grandioso. Incluso si puedes hacer un miserable análisis para retener solo los huesos secos que no comería ningun perro. Incluso entonces, lo que he atestiguado no es más que mi experiencia, y por un momento lo he sabido más grande que yo mismo, y a mí mismo contener algo más grande que yo.

*Lo heróico puede darse a nivel de los personajes o del autor. En cualquier caso, nace en el momento que este se desencuentra con su contexto y se sobrepone a él. El personaje lo arriesga todo para luchar contra sus enemigos. El autor es un sueño del lector que pone al objeto atestiguado surgiendo de convenciones contrarias.

Las naciones sólo tienen grandes hombres a su propio pesar… como las familias. Hacen todos sus esfuerzos por no tenerlos. Y así, el gran hombre necsita, para existir, poseer una fuerza de ataque mayor que la fuerza de resistencia desarrollada por millones de individuos.
Charles Baudelaire

martes, 21 de agosto de 2007

Viaje por entre el spanglish hacia el frio Norte

Esta post, como las muchas por venir, la redacto en una computadora del College of the Holly Cross, en Worcester, Masachussetts, en los Estados unidos de norteamerica, sin tildes ni enyes. Acabo de llegar aqui, donde pasare un par de semestres ensenyando castellano y sepultandome en vida en la biblioteca.
Pero antes de eso pase un par de dias en Miami. Una ciudad caribenya, completamente bilingue, spanglishisima. Y el spanglish es una cosa que se pega, todo el tiempo he tendio la segunda mitad de mi cerebro funcionando en ingles, y ahora, cuando la gente me habla en castellano y los medios estan en ingles, cojo las palabras de donde vengan, de aqui y ahi, y todo vale, y se arma un ideolecto a modo de collage de lo que mas se acerca a lo que quiero decir.
Aun no se que me espere entre la gente de Masachussetts. El college se supone que es de jesuitas, que dicen promover el cuestionamiento abierto, un sentido del proposito y el servicio a otros. Coincidimos en dos de tres. Sera suficiente? Comparto un apartamento con chinos y franceses, por lo que la situacion interlinguistica sera igual de extranya, pero bastante distinta.
Mientras tanto, a ustedes les encargo a Canibal Corpse para el 25 en la ex Feria del Hogar. Ya luego me cuentan. Y les dejo tambien otro articulo que sale en el PuntoEdu, el periodico interno de la PUCP. Vean la pagina dos del suplemento. Por supuesto, la pucp tiende a enfatizarse a si misma. Ni modo. La mayoria de cosas si estan bien.

sábado, 11 de agosto de 2007

El empalador en Librerías

(Este mensaje ha sido recortado por motivos de censura)
Ahora sí, el libro lo pueden encontrar en ambos locales de Época, El Virrey, La Casa Verde, además del Íbero de Larco y Contracultura. Próximamente en Crisol, La Familia y otras librerías más cerca de ti.

Ah, y sobre lo de la tele, finalmente me dijeron que sale en un par de semanas. Les pasaré la voz todavía. Disculpen el fiasco.

lunes, 6 de agosto de 2007

Salgo en la tele


Mañana martes me harán unas preguntas en el canal siete para salir en Vano oficio. A lo mejor sale el mismo día a las 11 de la noche en el canal 7, pero yo me voy al cine así que lo veré en la repetición, el jueves a las 3pm, también hora más razonable. Y si no sale mañana, podría ser la semana que viene, la verdad no me han confirmado. A lo mejor alguien lo grabe y se pueda subir al youtube. Quién sabe.

domingo, 5 de agosto de 2007

Reescribiendo Elisión

Acabo de reescribir mi cuento "Viejos tiempos". Algunos lo habrán visto en el segundo número de la revista Elisión (unos cuatro gatos, al menos). Gracioso que un fanzine estudiantil como ese todavía se pueda encontrar en la hemeroteca de la Pucp. ¿Valdrá la pena contar la historia de Elisión? Solo un par de detalles. El nombre, por ejemplo. Éramos unas siete personas en el grupo inicial, siete escritores aficianados, unos más aficionados a la escritura, otros con ganas de poner una publicación en su curriculum político. Se barajaron toda clase de nombres, yo apoyaba más la idea de ponerle Vómito negro, según una amiga en referencia a la cita de algún poeta decadente. Por ahí surgió en broma que éramos una élite publicando a demás colaboradores por compasión. La élite que publica por compasión se abrevió como elisión. Solo un chiste ridículo, pero al final, supongo que por su carencia de significado, resultó ser el único nombre en el que pudimos ponernos de acuerdo. Después alguien buscó en el diccionario y encontró que en ligüística era un término existente que representaba la omisión de una o más palabras. Luego se escribió un discurso para justificar esta conicidencia. Esa fue la editorial. Mismo Carlos Argentino: el arte conceptual.
La revista logró sacar dos números gracias al apoyo logístico de Diana Ochoa, piscóloga que paraba más en la tierra que todos nosotros, pero se terminó desintegrando tras un semestre por sus mismas diferencias creativas originales. Para algunos siempre fue un fanzine donde exponer la creatividad que nos pulsaba, pero otros lo entendían aun como una carta de presentación y una revista respetable dirigida a un público lector elevado. Había ya bastante material reunido para la Elisión 3, pero poco se pudo hacer.

Y sin embargo ahí está la 2, una pretenciosa y ecléctica revista de estudiantes de tercer ciclo en la hemeroteca de la universidad. Como decía, contiene un cuento mío llamado "Viejos tiempos", un cuento de terror de esa época, en el 2003. Un cuento que me pareció bastante malo ahora que lo revisé para mandarlo a alguna revista. Y es que hace unos meses me habían dicho para publicar un cuento de terror en una revista web, y repasando otra vez mi repretorio me di cuenta que el único cuento de terror corto que tenía era el de "Demonbearer", que ya lo había publicado en el blog de Max. Los demás eran todos muy largos para salir en revista, excepto "Viejos tiempos", que era malazo. Es cierto que "Viejos tiempos" tiene atmósfera, y la atmósfera es la mitad de todo lo que importa en un cuento gótico. Las fábricas, el ocaso, las tuercas, los papeles, la noche... Pero le faltaba todo lo demás. Era un cuento a medias, medio cuento, un cuento mediocre. La historia y el personaje eran perfectamente absurdas. El profe que no cree en lo que enseña, pero resulta que sí es verdad. Pero si no cree en eso, ¿por qué le asusta? ¿Porque sabe que es verdad? Porque, relamente, es verdad. Nah. Me recordaban a los Cuentos de la cripta, ni siquiera los de las películas gore, sino los de esa serie de dibujos animados, donde los episodios tenían una estructura más parecida a Pinocho que a la de cualquier historia de horror: por no creer en fantasmas, te van a comer. Por ser malo y mentiroso, te cae la maldición. Y para colmo a menudo hay una historia, como la que mi profe le cuenta a sus alumnos, y que con muchísima anticipación vuelve todo completamente predecible. Realmente insufrible.
Cuando algo está mal en su misma estructura, hace falta crear una versión radical. No es una simple revisión en lo que ya tengo escrito. Es hacer borrón y cuenta nueva, empezar con una nueva página completamente en blanco. Hago esto con prácticamente todos los poemas que escribo hace bastante tiempo, quizá este sea el segundo o tercer cuento al que se lo aplico, pero definitivamente sería bastante jodido aplicarselo a una novela. El Vlad solo tiene revisiones mayores, pero no radicales. En fin, en el caso de "Viejos tiempos" había también una diferencia de cuatro años entre la forma como escribía y como escribo, cuatro años + hueco. Por eso y porque la atmósfera y descripciones de la primera versión si estaban aceptables, mi versión radical tuvo huecos, que luego rellené con párrafos. Aún me quedan dudas de cómo concluir. Poe escribió que la primera frase es fundamental en todo cuento, pero nunca dijo nada sobre la última. Sin embargo en un cuento de tensión e intriga, el final lo es todo.

El final de esta historia es también un tanto inesperado. Hace poco escribí de nuevo a la revista con la que había contactado, para los que también había redactado un artículo sobre la historia y leyenda de Vlad y Bathory, y su relación con Drácula y Bella Lugosi. Pero esta vez me dijeron que esa era una revista de ciencia ficción, que ahí solo publicaban ciencia ficción y que el horror nada que ver. ¿Me habrá contestado otra persona que la que me contactó al comienzo? En fin, eso me puso de mal humor y por eso y un par de cosas más mi post anterior salpicó más mala leche que de costumbre, tanto así que ofendí a un par de personas que no debía. Mis más sinceras apologías, MP.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Recepción

Ya está subido el artículo de La República. Va más a llamar la atención que a explicar cosas importantes, pero está bien. Lo único en lo que sí falla es en su fragmento sobre literatura gótica en general. ¿Frankenstein en el siglo XXI? Está buena la foto. Salía aun mejor en la revista. La verdad el "de la" en la traducción del nombre, junto con varias otras cosas, fue interpretación suya. Lo que sale con comillas tampoco lo dije tal cual, lo parafrasearon. Pero en fin, eso no cambia mucho, ¿o sí?
Este viernes estaré participando en Meridiano, programa de Radio Filarmonía a las 12m. No se lo pierdan.

lunes, 30 de julio de 2007

El haiku y yo

Hace un tiempo el haiku se puso de moda entre los poetas hispanos. ¿Por qué no? Una forma versal sugerente de solo tres versos, absolutamente clásica y consagrada en paises remotos y exóticos. Uh, qué culto soy. Qué fácil es ser culto.

Pero aparte de eso, por supuesto el haiku es más que el 5-7-5. La mejor aclaración la escuché por esos tiempos de parte del ahora tan fenecido y homenajeado Watanabe en una conferencia. Para que el haiku sea haiku, lo más importante es que sea sugerente e instantaneo. No es solo decir con menos, es decir más con menos. Un haiku es algo repentino, algo que al haijin le sucede de un momento a otro, una iluminación fugaz. El haiku carece de metáforas, no es alegórico como la poesía occidental clásica, es simplemente contemplativo: vertirse en las cosas, quedarse estupefacto. Satori: Nirvana.
 
Yo, que admiro muchas cosas de Japón pero no el Budismo, decidí desde ese momento que el haiku no era lo mío. Prefiero escribir sonetos, pequeños aparatos significadores, ser un relojero y decir "I can see how things work", como Sylar. Mi poema no brota naturalmente, simplemente porque la naturaleza se define en oposición a la acción consciente y yo no soy de esos que dejan que la vida los viva. Yo el poema lo armo, lo reviso, lo corto, lo eculpo, lo desarmo, lo podo. Esa es la diferencia entre el modernismo y el romanticismo.
No creo en la inspiración, solo creo que es mejor escribir cuando tengo ganas de hacerlo.

Y aquí es donde viene la fea brecha de año y medio sin escribir. Y ahora, después de no haber escrito por tanto tiempo, de pronto pienso en algunas ideas para un par de sonetos, hacer un anti-carpe diem y otro para la Alicia de Quiroga y las desviaciones sexuales que representa. Como siempre se me ocurren un par de endecasílabos en el baño. Solía decir que pienso en endecasílabos, no sé si aún se aplique. Y digo bueno, ya lo escribiré después. Así que días después me siento frente a mi cuaderno y quiero escribir los versos que tenía en mente, pero no me acuerdo. Pienso de qué otro manera podría ponerlo, pero no se me ocurre. Qué huevada. ¿Acaso debería estar inspirado?

Así, caigo otra vez tan frustrado como el día antes de la presentación. Fue por algo como eso que andaba frustrado. También coincide que ambas veces se había malogrado la computadora.

Horas más tarde ya estoy echado en la cama y con la luz apagada, e imagino una conversación con el viejísimo profesor Luis Jaime Cisneros que hace poco conocí. ¿Qué opinará él sobre el carpe diem y mi subversión del mismo? ¿Le parecerá bueno mi poema si lo escribo bien, aunque critique temas generalizados a su edad? Y se me ocurre un verso. Desesperado me paro aunque sea medianoche y no tenga lámpara de mesa, me abro paso por sobre mis zapatos tirados y prendo la luz para apuntar unas dos líneas que no suenan tan geniales, pero funcionan. Me acuerdo de las palabras de Charly García:

Un creador no busca, encuentra. Y cuando encuentra, guarda.

martes, 24 de julio de 2007

¿Y ahora qué escribo?

Otra vez no la página en blanco sino la pantalla, igual o peor. Aunque quizá le tengo un poco menos de miedo a la pantalla que a la página: siempre queda la opción de no guardar y se fue todo de una, mientras que una página siempre es parte de un cuaderno, que contiene muchas otras páginas con dibujos y poemas trabajados y redondos esculpidos en momentos de lucidez, no como ahora...
El hecho no es que no tenga nada que escribir, sino muy al contrario. Mi situación retrocede a la de la primera entrada, del balbuceo derridiano. Narrar, como aprendió Funes el memorioso, es omitir y falsear los detalles. Es, como denunció irritadamente Derridá, elegir un centro. Es, como hacen los sabios de Tlön, elegir un punto cualquiera y subordinar todos los demás a él. En el vasto universo, ese punto al que los griegos llamaban logos y que le da sentido a la existencia, siempre soy Yo. Al momento de narrar siempre quiero narrar algo específico. Pero ahora sucede que quise narrar tantas cosas y he escrito sobre cosas tan diversas antes, que solo me queda escribir sobre escribir, el cual al fin y al cabo sí es, de una manera u otra, el tema central de este blog.
Y ya que estamos en esto, me acuero de otras cosdas que quería escribir sobre la escritura, como un tema de Pierre Menard que no cupo en la tesis (ya que además estamos borgeanos desde hace rato). El hecho es que hablar sobre el lenguaje es en gran medida distinto de hablar sobre las cosas. Nombrar los objetos, como se dice desde Kant hasta Nietzsche, es crearlos. No existen las cosas fuera del lenguaje. O bueno, fuera de los conceptos, los cuales se encarnan y transmiten a travez del lenguaje. El hecho es que el lenguaje nos da un bagage básico de conceptos, por eso muchos filósofos terminan peleándose con encontrar el "verdadero significado del ser". ¿Qué es el ser? Es una palabra castellana. Esa es una dimensión que muchos pierden de vista y se caen en una homonimia de lo más rochosa: inventan nuevos conceptos bajo los mismos nombres y creen que se contradicen con los de los demás, cuando solo están usando la misma palabra para designar algo distinto. Por eso es que "Ser se dice de muchas maneras", como diría Parménides, creo... No, la verdad no me acuerdo qué griego era. En fin, ahí está el vínculo entre filosofía y poesía.
Ya, pero me estoy desviando de lo que iva a decir (que al fin lo encuentro). Conceptualizamos las cosas que vemos para poder comprenderlas, y el lenguaje es solo un pequeño ejemplo de cómo esto no funciona igual para todos. Piensa en que el color celeste solo existe en castellano. Piensa en que solo en castellano hay una diferencia entre ser y estar. Por eso hay que crear nuevos lenguajes para experimentar nuevos mundos. Eso en cuanto al lenguaje y las cosas.
En cuanto al lenguaje sobre el lenguaje, el metalenguaje, la cosa es diferente, pues. Ahí se pierden las jerarquías en cierto punto, porque en la práctica tanto la materia como el concepto están constituidos por letras latinas y palabras castellanas (o kanjis o lo que quieras, pero siempre lo mismo a ambos niveles). El metalenguaje se pretende sinónimo y trascendente, pero en el fondo es el seguir una operación para convertir un texto en otro texto, sin dejar el espacio del texto. Y ya, ahora tras tanta complicación, llego de vuelta a Pierre Menard, quien también da la vuelta sobre el metalenguaje, pues él es consciente de cómo la crítica la tiende a verbalizar, el maneja el mismo lenguaje con el que se lo va a interpretar, y como tal puede subvertirlo, puede romper las reglas ya que es consciente de ellas. Menard, entonces, escribe deliberadamente algo que para la crítica no tendría sentido y hace que el lenguaje se muerda la cola. Lingua ex lingua, como el Ouroboros.

¡Ah! recién me acuerdo. Sí había una Kosa importante de la que escribir. Me han hecho una entrevista para el dominical de La República y hoy me estuvieron tomando fotos en una fábrica. Al final me metí al fondo de un horno oscuro. Parece que salieron chéveres. Sale este domingo, no se lo pierdan.

miércoles, 18 de julio de 2007

Descenso

(Tengo mucho que escribir y habría que subseccionarlo. Haré dos posts seguidas)
Anoche rompí mi record de nivel etílico. La presentación salió bastante bien y desde ya incluía su vino de honor. Es inagotable la variedad de interpretaciones que aparecen entre los lectores, Augusto Tamayo veía connotacines edípicas en el hecho de que el voivoda turco tuviera el mismo apellido que Vlad. Eso se debe únicamente a una coincidencia histórica, de las cuales había incluso más (el primo de Vlad también se llamaba Stephen, como Bathory), pero esta se me olvidó eliminar. Sin embargo coincide con la intención que Lilith anuncia desde el epígrafe. La obra significa, pero eso no dice nada sobre mí, funciona en sí misma. Tamayo también mencionó una caracterización de Lilith como mujer monstruo. José Miguel Herbozo ve una lectura de la historia en la persistencia de los monumentos arquitectónicos. Además me enteré de algunos datos sobre Bathory que espero que tú nunca sepas. Se habló mucho de que siga publicando. Ojalá tenga la oportunidad.
Me reencontré además tras un tiempo con mis patas Majo y el Haboso. El Haboso había guardado desde hace más tiempo aun un amuleto mío, una silueta de murciélago metálica. Se había quedado en su casa hace más o menos un año, la noche que me fui de la casa de mis padres y dormí ahí. Con Majo, el Haboso y Carlos Carrillo bajamos a Crypto (que ahora se llama Zarco, pero es Crypto) y nos quedamos chupando y metaleando bastante duro. Como apenas comía unos piqueítos, se me subió rápido. Y la siguiente parada fue la casa del Haboso, donde Majo sacó la botella de vino que aún tenía en su mochila. Pusieron los temas de Cowboy Bebop y Evangelion y estuvimos cantando a voz en cuello. Dicen que incluso me vieron bailar. Todo eso antes del bajón.
Cuando en el baño empezó a brotar materia roja de mi boca, no solo líquido sino verdaderas fibras, mi extremo estado me dejó convencido de que era carne. Estuvo dando vueltas y regresando al guater una y otra vez. Mi amuleto quedó cubierto de eso y tuve que dejarlo a un lado. El Haboso se sentó a mi lado y puso música trova, una de Sui Generis que al comienzo rechacé enfáticamente, pero tengo que admitir que terminé aceptándola. Me calmó bastante y me dormí ahí mismo.
Al día siguiente tuve que limpiar el guater y quedó evidente que solo había devuelto vino con tequeños. La luz desencanta muchas cosas. Mi amuleto se volvió a quedar en casa del Haboso.

Colegialas Yakuza

Quizá esto sea una versión más radical del método de Quiroga. La hace unas semanas ahora se llama Aoyama Koizumi. Lo cierto es que siempre estuvo muy emparentada con el personaje Kisarah Westfield, del juego Neo Geo Battle Coliseum (a ella la conocí porque juego Mugen). Cuando concebí a Koizumi e invoqué a Kisara como medio de distracción le puse de condición que no sería una razón más para preocuparme, que ya he tenido bastantes. Sin embargo con cada favor que ellas me hacían yo les ofrecía darles más a cambio. Una de las cosas que me pidió Kisara fue aparecer en mi blog, lo cual por fin estoy cumpliendo. También la saqué a pasear por el centro comercial y le dibujé bastante ropa nueva. Lo raro fue enterarme que era británica, yo sabía que era de intercambio por su apellido, pero un dato tan específico hizo que no pudiera dejar de oirla hablar con el acento inglés durante días.
colegiala yakuza sobre la que empecé el cuento
El caso de Koizumi fue más complicado. Lo primero que ella me pidió fue un rostro, ya que en mis bosquejos eso suele ser lo último que detallo. La acabé dibujando bastante grande y colgando su imagen de mi pared para que me acompañara al despertar. Pero a medida que iba escribiendo su personalidad se iba definiendo más, le quedaba claro también a ella misma que era una chica bastante ruda e inflexible, y así se fue volviendo más exigente. En principio me exigía que me apegara más a escribirla regularmente, que no perdiera el tiempo viendo tele, algo muy razonable y comprensible, pero que en momentos de stress no era tan fácil de cumplir como pareciera. Eso y que con un bloqueo tan fuerte he perdido todo hábito - o quizás se debió a perder el hábito que me dio el bloqueo. Como sea, que no se repita. Otra cosa que quiere es que le de una segunda vida en la que no le haya tocado el destino desgraciado de haber nacido en una familia tan patriarcal. A menudo se sube conmigo hasta a la micro, se sienta en mis piernas cuando no hay asiento y juega a atravesar las caras de la gente que no la ve con su mano, para demostrar que ellos no existen*. Sin embargo cuando noté que la imagen de ella que había colgado en mi pared no se veía claramente desde mi cama, le prometí traer un marcador para repasarla, cosa que olvidé dos días seguidos. Entonces Koizumi se hartó de mí, me dio la espalda y salió andando de mi cuarto. Repasé su dibujo con lapicero y la volví a escribir, y tras un tiempo pude lograr que volviera. A pesar de los errores, reconocí que ella es más que una amiga o una distracción más, es una heroina trágica cuya vida contruye sentido trascendente. Me falta todavía un capítulo para terminar la historia. Ya he estado ideando su otro mundo, un oscuro espacio metálico y futurista, donde ella es una especie de inclemente diosa guerrera que protege a Kisara.

La otra anécdota no la recuerdo completa. Creo que tiene también que ver con esto, con dejar que las cosas se me salgan de las manos, que terminen conduciéndome por su propia cuenta. Tiene mucho que ver con un día absolutamente frustrante antes de la presentación, en el que todos las personas que intentaba invitar estaban de viaje, en el que el tema que había elegido para mi último trabajo del seminario evidenciaba ser absolutamente inviable tras haber leído 40 páginas de novela. Creo que hace un par de años que no me sentía con tantas ganas de morir. Pensé que viajar no es morir un poco, pero tomar una pastilla para dormir sí podría serlo. Un suicidio parcial. Debería intentarlo.
Sé que tiene que ver con todo eso, y sin embargo no recuerdo por dónde. Lo que hice fue escribir con plumón en mi mano derecha de afuera hacia adentro "ABSTRAER" y en mi mano izquierda de adentro hacia afuera "SUBLIMAR". Una especie de micropoética. Tiene que ver con el sentido que los lados del cuerpo tienen en la tradición cabalística, siendo el izquierdo el del corazón y el derecho con el que se escribe. Debo organizar mis impulsos hacia una conciencia más trascendente y tomar las cosas que debo hacer más por su significado que por su función. Creo que eso me ayudó un tanto, pero tampoco recuerdo cómo.

*Justifico la incongruencia gramatical en la vital distinción del sujeto.